Hamilton Mourão y la intervención militar ampliada en la Amazonia 5w6x6r

Hamilton Mourão itió en entrevista la posibilidad de concurrir como senador en 2022 y no descartó empeñarse en otra alternativa aún antes de concluido el mandato de Jair Bolsonaro. Dijo Mourão: “Si por casualidad ocurriese otra oportunidad de contribuir para la mejoría de nuestro país, estudiaré esa situación”. Hay quién tenga en alta estima la iniciativa del “Vice-Rey de la Amazônia” en mantenerse en la política nacional, sobre todo si haga un discurso aparentemente opuesto al de Bolsonaro. Sin embargo, no existen razones para creer que eso sería benéfico para el pueblo y la Nación en grado alguno, por mínimo que fuera. 5b6q2r

Puestos de lado, por la excentricidad, el punto de vista de estos que siembran ilusiones con las Fuerzas Armadas (FA), veamos quién es Hamilton Mourão. Antes de ser vicepresidente de la república, fue general de cuatro estrellas e integrante del Alto Comando del Ejército; en la activa, amenazó la Nación con un golpe de Estado si las instituciones no hicieran aquello que el Ejército decidió necesario y, como “soldado disciplinado” y “atento a la Constitución”, atacó abiertamente la entonces presidente de la república, dando muestras de su “republicanismo”. Ya como general de la reserva, fue presidente del Club Militar. De allá, asumió cierto protagonismo político bajo formas de discursos y charlas, de dudosa calidad. En una de esas, realizada en Curitiba para grandes empresarios, en 2018, Mourão agració el público con su notable “democratismo”: defendió una nueva constitución “hecha por notables” sin representación popular, a la moda Dinastia Romanov. En otra ocasión, ya como vicepresidente, defendió, para empresarios paulistas, que es preciso “retirar del pueblo la idea de que el Estado puede todo”, típico de su visión reaccionaria de que las masas son mendigos. Defendiendo  explotación mineral en regiones indígenas, en visita al Acre en medio a la Operación “Verde Brasil 2”, Mourão demostraba sin pudor su visión acerca del pueblo brasileño que versa iniciando por el típico “nada contra, pero la malicia es oriunda del africano” – tesis cultivada en las FA reaccionarias, en su escuela de pensamiento positivista, latifundista-oligárquico y anticomunista.

De las palabras, vamos a los actos.

Zar de la Amazonia

Tenido por profundo conocedor de la Amazonia, Mourão es hoy Coordinador del Consejo de la Amazonia Legal. Ninguna operación es ejecutada en la región sin su consentimiento y aprobación. Aún aquellas vinculadas a la preservación del medio ambiente, antes realizadas mediante el accionar de los órganos como el Instituto Brasileño del Medio ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) y del Instituto Chico Mendes de Conservación  de la Biodiversidad (ICMBio) por sus propias direcciones, pasaron a ser accionados por el respectivo Comando Militar de la región, con centralización en el “Vice-rey”.

Así, Mourão se empeñó en hacer, en el gobierno federal, un agregado para ejercer el trabajo hecho por el Ejército: presidir y dar apoyo para operaciones de represión a la lucha popular en la región Amazónica.

En ese sentido, organizó la Operación “Verde Brasil 2”. Concluida en el fin de abril (después de 11 meses), la operación costó R$ 60 millones por mes. En el fin de 2020, después de siete meses de operación, el condado de Mourão vio aumentar los índices de deforestación en  10% en relación al ya catastrófico año de 2019 (primer año del gobierno militar de hecho), año en que la región perdió una área de 10.129 km². ¿Que fueron hacer los contingentes de las FA por allá, entonces, en la misma región donde hay fuerte lucha campesina, especialmente la Liga de los Campesinos Pobres (L)? Gana un dulce quién acertar.

Mourão y sus inversores ‘de bien’

Veamos. La revista Carta Capital, en su edición de 21 de abril de 2021, relata la investigación del Ministerio Público acerca de la “omisión en la Amazônia” practicada por Hamilton Mourão. En la materia, se relata los encuentros hechos por el vicepresidente y algunos “empresarios” durante la Operación “Verde Brasil 2”. ¡Sólo gente de peso!

En 25 de enero, el “zar de la Amazônia” se reunió con Dirceu Frederico Santos Sobrino que, además de presidente de la Asociación Nacional del Oro (mercancía cuya cadena de producción favorece las corporaciones extranjeras), es un minero de oro investigado por crímenes ambientales y lavado de dinero.

También se sentó a la mesa con José Altino Machado, otro representante de dueños de tierra que se benefician con la utilización de trabajo esclavo (servidumbre). Altino es apuntado como uno de los responsables por la masacre de los Ianomâmis, en Roraima, en la década de 1980. Su padre era un latifundista anticomunista. Dueño de las tierras de la siderúrgica Belgo Minera, político de Gobernador Valadares, actuó dirigiendo un grupo de latifundistas que apoyaron el golpe militar de 1964. Según la revista, “el hijo decidió buscar otras oportunidades en el Norte del País y luego se destacó en la defensa de la explotación de minas de oro”. Finalmente, ciudadanos brasileños de bien, como se ve, muy interesados en el desarrollo de la Nación.

Se trata de un plan muy difundido entre los altos comandos militares: lotear y explotar la Amazônia, impulsar el capitalismo burocrático en la región para contener el peligro de levantes campesinos y, simultáneamente, conseguir algunas migajas a través de la explotación desapiadada de las riquezas naturales y humanas allí existentes, en beneficio, naturalmente, de los grandes monopolios trasnacionales.

Guerra de Baja y Media Intensidad en la Amazônia

Toda la actuación de este señor en la distribución de la Amazônia y la represión al movimiento campesino, que no por coincidencia centralizó toda la intervención del gobierno militar de hecho en la Amazônia (solapándose allí al abominable Bolsonaro), fue con el objetivo de manejar institucionalmente para impulsar la Guerra de Baja Intensidad* de las fuerzas de represión. En especial el mayor ingreso en ella de las FA reaccionarias, sin embargo disimuladamente, con pretexto de protección del medio ambiente y con operaciones militares realizadas a través o conjuntamente a los órganos ambientales; mientras que, paralelamente, rellenó la región con agentes secretos. Fracasada tal estrategia, será impulsada la Guerra de Media Intensidad.

En ese escenario, la vía de actuación  de las FA reaccionarias  es llenar la vasta región con tantas tropas cuánto posible para reprimir los “disidentes” (el pueblo campesino que se revela en respuesta a la opresión) y reclamar al “mercado” (que para Mourão es el tal del “ecoturismo” amazónico, además de los “negocios” de las clases dominantes locales). Lo que pretende es seguir con la concentración de tierras, sin embargo usando leyes ambientales que favorezcan la penetración del capital burocrático, buscando una estabilidad económica y estrategia contrainsurgente sea cuál sea el precio.

Para conseguir el objetivo de mantener de pie la estructura latifundista-burocrática, principal sustentáculo del régimen reaccionario existente en el país, es preciso someter campesinos e indígenas en lucha por tierra y territorio. Liquidar los rebeldes, si preciso, para seguir explotando y humillando los que se conforman. Como es también de interés del imperialismo yanqui (Estados Unidos, USA) – que ya logró establecer la base militar de Alcântara – el sofocar de los campesinos pobres de esa inmensa región. Hay ahí la alianza perfecta.

Nota:

*Acciones efectivas de varios tipos, militares y no militares, amenazas de carácter desestabilizador con propósito de alcanzar mejores posiciones en búsqueda de objetivos militares y políticos; además, son, en general, de naturaleza relativamente encubiertas con el objetivo de no ampliar el campo de la resistencia o reacción.